En 1913, Gregorio Valero y León Sánchez, amigos y vecinos de Osa de La Vega (Cuenca) son detenidos como autores de la muerte de José María Grimaldos, pastor de oficio y compañero de los dos hombres. El pueblo les acusa, incluso la mujer de Gregorio reúne pruebas contra ellos. Los dos hombres confiesan el crimen después de ser sometidos a torturas.