Naomi está en su auto a las afueras de una cárcel en espera de la liberación de Fidel, el sujeto responsable de la muerte de su esposo y de su hijo. Ella persigue al hombre de forma furtiva durante sus primeras horas de libertad. Temerosa de haberle perdido el rastro en una cantina, Naomi decide entrar al lugar y accidentalmente se revela ante Fidel, cargada con un arma y un deseo de venganza cada vez más difíciles de esconder.