Rosa, la primera estudiante sorda de derecho en Guadalajara, y Saira, una inmigrante de California que confronta su identidad de género, intentan mantenerse juntas a pesar de sus realidades y la distancia que las separa. A través de un viaje sensorial y hablado totalmente en lengua de señas, El silencio de mis manos nos revela la confianza en su relación y pone a prueba las adversidades que enfrentan, sumergiéndonos en el silencio de los últimos recuerdos que comparten juntas.